Mi intención en terapia es mirarte y vernos de corazón a corazón.

Cuidar nuestra dinámica y hacer que sea una relación segura para ti es un objetivo prioritario para mi en la terapia.

Trabajo desde un enfoque integrador porque:

• Combino aprendizajes, herramientas y técnicas de diferentes perspectivas de la psicología (humanista, cognitivo-conductual, psicodinámica, sistémica…). Algo que, considero, deberíamos hacer todos los psicólogos/as.
• Durante la terapia, abordamos elementos del presente y del pasado para asegurar un presente y un futuro más regulado emocionalmente, más tranquilo y más próspero.
• Trabajamos con la palabra (lo racional), con el cuerpo y con las emociones. Porque somos todo ello.

Como psicólogo, entiendo que las relaciones que desarrollamos desde niños/as, primero con nuestras figuras familiares más cercanas y después con nuestras amistades y compañeros/as, condicionan nuestra forma de vernos a nosotros mismos, de entender a los demás y de comprender el mundo. 

Además, a lo largo de nuestra vida, podemos vivir determinadas situaciones, a veces sutiles y otras veces más claras, que nos superan porque en ese momento no tenemos las herramientas necesarias para poder gestionarlas e integrarlas. Quizás porque éramos muy pequeños, porque la situación fue o es muy compleja, porque nos sucedió o sucede en un momento vital especialmente sensible o porque no tuvimos o no tenemos a alguien que pueda acompañarnos. Ello genera en nosotros aprendizajes que, a día de hoy, pueden resultarnos disfuncionales. Condicionando, de nuevo, nuestra forma de ser, de relacionarnos y de estar en el mundo.

En este sentido, la perspectiva informada en apego y trauma ayuda a ir deshaciendo esos nudos que a día de hoy todavía pueden hacernos sufrir y a hacerlo de una forma ajustada nuestras necesidades y forma de ser.

Considero que la perspectiva de la autocompasión es muy útil para ti como paciente y para mi como psicólogo.

En mi caso, me ayuda a tratarte con empatía. Me facilita poder entender tu historia de vida, todo lo que has sufrido y, desde ahí, poder valorarte y apreciarte por quién y cómo eres, sin juicio.

Para ti, es un enfoque que te ayuda a cuidarte, verte y tratarte con mayor cariño y con menor autoexigencia, lo que te acaba aportando mayores niveles de bienestar. Entre otros aspectos, también incluye la perspectiva del Mindfulness. lo cual aporta unos beneficios para la salud muy positivos.

El EMDR puede ser considerado perfectamente como un abordaje terapéutico completo o como una técnica más a aplicar entre otras muchas posibles.

Si no sabes lo que es, te animo a preguntarme o a buscar información sobre él.

Por ejemplo, Anabel González, psiquiatra, Doctora en medicina y experta en EMDR, tiene mucha información en su página web sobre qué es, su evidencia científica, etc.

En lo que a mi enfoque terapéutico se refiere, utilizo el EMDR como una técnica más entre muchas otras y también cómo abordaje único. Todo depende de cada caso en particular.

Lo que has de saber es que es tremendamente útil para integrar y superar experiencias traumáticas que hayas podido sufrir en tu pasado o actualmente de una forma relativamente rápida y muy eficaz.